Sinopsis:
Treviu es un pequeño pueblo de montaña aislado en el que reina la tranquilidad. Para Martina es, además, un lugar seguro, poblado de recuerdos de su infancia y gente con la que ha crecido y en la que puede confiar: el único lugar en realidad donde puede huir e intentar recuperar parte de su identidad después de lo que le ha ocurrido en la ciudad. Pero Treviu no siempre ha sido así: en 1997 un accidente en las minas conmocionó a la comarca y causó más de treinta muertos. Poco después una chica de identidad desconocida se suicidó en el Puente del Malpaso.
Cuando Martina decide investigar la identidad y vida de esta chica después de que alguien haya exhumado sus huesos en el cementerio viejo, pone en marcha sin saberlo una cadena de eventos que la harán dudar de casi toda la gente que forma parte de su entorno y la sumergirán en una peligrosa aventura en la que deberá enfrentarse a alguien dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para que los secretos del pasado no salgan a la luz...
Opinión:
Cuando vi este libro en las novedades editoriales de febrero me llamó mucho la atención, así que en cuanto pude me hice con él.
La verdad que creo que es una gran historia, pero que la autora la podría haber desarrollado mejor en muchos puntos.
Para empezar, durante muchísimas partes de la novela habla de la historia personal de Martina, la protagonista de la historia, y lo que le ha hecho volver a su pueblo de la infancia. Después de dar muchas pinceladas sobre ello haciendo pensar incluso que huía de malos tratos, al final cuenta de qué se trata, pero no incide en ello. Una vez que cuenta de qué se trata, ahí lo deja. Me hubiese gustado que hubiese habido otro desenlace en su historia con Levy.
Respecto a la historia en sí... Me ha decepcionado bastante. Me ha entretenido, sí. Sin embargo, me ha parecido sumamente previsible, e incluso con errores argumentales. En ocasiones se hace pesada, porque ves que no avanza, y al final, en cuatro páginas, ves cómo lo resuelve todo...
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