El viaje de Cilka, de Heather Morris




Sinopsis 
Con solo dieciséis años, la prisionera judía Cilka Klein fue convertida en la concubina de uno de los comandantes de Auschwitz- Birkenau. Se salvó de morir de hambre, enfermedad o en las cámaras de gas, pero, tras la liberación, fue acusada de colaboradora y espía ante la NKVD, la brutal policía secreta soviética. Y así, por segunda vez en tres años, Cilka se encuentra de nuevo hacinada en un tren de ganado que la transportará a Vorkuta, el gulag de Siberia situado a noventa y nueve millas del Círculo en el que deberá cumplir con más de diez años de condena de trabajos forzados. Por fortuna, Cilka consigue convertirse en ayudante en la enfermería del gulag y allí conocerá a Ivan Kovac, convaleciente a causa del maltrato y la desnutrición, y poco a poco se enamoran. Cilka descubrirá su capacidad humana para el amor, la generosidad y la supervivencia, y logrará mantener viva la esperanza en este terrible y desolado lugar.

Opinión 
Mucho se ha escrito sobre la época nazi, desde mil ángulos diferentes, pero creo que cuando se hace bien, es necesario reconocerlo.
Sin caer en el victimismo, la autora nos presenta la historia de Cecilia (Cilka) Klein, un personaje que ya nos dejó ver de pasada en El tatuador de Auschwitz, y que tuvo un papel fundamental en que este saliese vivo del campo. Al parecer, durante sus múltiples conversaciones con Lale documentandose para 'El tatuador', este se refirió a ella como la mejor persona que conoció nunca, y le picó el gusanillo por conocer qué fue de ella.
Así, tras un arduo trabajo de investigación, descubrió que tras salir de Auswitch la joven Cilka fue condenada a trabajos forzados en un gulag en Siberia por ser considerada colaboracionista de los nazis por el régimen soviético.
Allí es donde se nos desarrolla casi la totalidad de la historia. Con datos verificados, y otros necesariamente inventados o manipulados para dar forma a esta bella historia, la autora nos presenta una novela en la que la bondad y el amor y amistad priman por encima del ambiente tóxico del gulag.
Vemos como Cilka crea una nueva familia con las mujeres de su barracón, y como pelean juntas para superar las adversidades. La autora consigue que me cojas un cariño especial a todas ellas, así como a Yelena y el resto del personal del hospital en el que trabaja. 
Me ha gustado mucho que el 95% de los personajes sean mujeres fuertes.
Por poner la vena sentimental al asunto, me hubiese gustado ver un poco más sobre qué pasó con ella y Alexandr tras la liberación del gulag. 
100% recomendable

Comentarios